Serbia

DESCUBRIENDO BELGRADO

Belgrado, capital de Serbia, es una ciudad grande con más de 1 millón de habitantes, pero el centro histórico es más bien pequeño y fácilmente puede recorrerse a pie en 3 días. Si te gusta levantarte pronto y transnochar un poco, ¡puedes hacerlo incluso en dos! Y tendrás hasta tiempo para hacer una excursión a Novi Grad, una ciudad con mucho encanto. ¿Necesitas ayuda descubriendo Belgrado? Has llegado a la página ideal.

DÓNDE ALOJARTE EN BELGRADO

Pues no será por alojamientos en esta ciudad precisamente, hay para todos los gustos y bolsillos. Nos gustó especialmente un hostel que está en una de las calles más conocidas de la ciudad, llamada Skadarska (o Skadarlija, en Serbio). Es conocida por ser el centro del barrio bohemio. ¡Ojo! hace bajada y es de adoquines irregulares, como esté lloviendo es un peligro. Peligro de convertirte en una mopa aparte… es la calle con más encanto de la ciudad. Tiene restaurantes de desayuno a cena y un montón de bares alternativos muy chulos.

QUÉ VER Y HACER EN BELGRADO

Plaza de la República (Trg Republike): es un buen punto céntrico desde el que empezar, desde el que podrás decidir y dónde dirigirte. Si escojes ir en la dirección del Museo Nacional, pasearás por la calle Kneza Mihaila, la calle más viva y concurrida de la capital. Si quieres ir a comer, de compras o tomar algo, esta kilométrica calle es tu destino perfecto.

Si sigues hasta Kneza Mihaila hasta el final, tus pies te llevan a Kalemegdan, una fortaleza construida pro primera vez en el siglo III a.C y reconstruída dos veces en el sigo VI y el XVIII. Ha sido ocupara por todos los imperios que han ocupado la ciudad a lo largo de la historia (desde los celtas a los turcos, pasando por los romanos , los bizantinos y los astro-húngaros entre otros). Puedes pasarte toda la mañana, pues Kalemegdan no solo es el nombre de la fortaleza, sino que también da nombre al parque en el que se encuentra. hay zonas de juegos para niños (hay un parque de dinosaurios, así que si alguien viaja con niños a Belgrado no puede saltarse esta parte).

Además, hay varias iglesias en las cuales se celebran bodas y, es un sitio con tanto encanto, que es también el lugar ideal para que las parejas vayan a hacerse el reportaje de bodas ahí. No miento cuando digo que vimos más de 6 parejas en cuestión de una hora…

Y, finalmente, si cruzas toda la fortaleza con sus consiguiente exposición de material bélico, llegarás al punto más alto donde se encuentra el monumento Pobednik, construido en 1928 para conmemorar la victoria de Sérbia sobre el imperio Otomano y Autro-húngaro. Además, es el punto con mejor vista de la confluencia entre el río Sava y el río Danubio.

Cuando estaba ahí no podía olvidar unas palabras que había oído en un videoblog antes de ir a la ciudad, en que decía que tras la Guerra de los Balcanes y la Segunda Guerra Mundia, no nos podíamos llegar a hacer una idea de cuántos barcos y aviones había hundidos. Tendré que buscar el vídeo, explicaba cosas muy interesantes, y os lo dejaré aquí.

Si volvemos al punto de salida, la Plaza de la República, tendríamos que ir en dirección opuesta a al Museo Nacional por la Avenida Terazije para llegar al Templo o Catedral de San Sava.

Es una avenida con tiendas y restaurantes a ambos lados, más económicos que en Kneza Mihaila. Creo que a partir de aquí es cuando empiezas a acercarte un poco más a la vida local, y eso tiene un encanto que no tiene precio. No sé si pasará durante todo el año, pero en septiembre, con el calor que hacía, señoras mayores esperaban a los lados de las aceras con carritos de helados… y qué sonrisa te llevabas cuando comprabas uno.

Volviendo al tema: no digo que tengáis que patearos toda la ciudad, pero son 2,3km desde la Plaza de la República y es un rato para ver cosas un poco diferentes a las que estamos acostumbrados.

Además, si váis andando podéis parar delante del Hotel Moskva y haceros una foto (recomendable al caer el sol o por la noche). Id y ya me la enseñaréis 🙂

MI ZONA FAVORITA DE BELGRADO

Y ahora viene mi zona favorita que no puedes dejar de visitar cuando viajes a esta ciudad: ambas orillas del río Sava. Increíble: a un lado (debajo de Kalamegdan) está la zona de Beton Hala, un paseo de restaurantes, con gran variedad de cocinas del mundo, una decena de sitios entre los que elegir, además de un precioso paseo iluminado por la noche.

Nuestro restaurante favorita fué La Cantina de Frida (¡tanto para café, cócteles como cena!)Al otro lado, un seguido de embarcaciones que no son otra cosa que discotecas. Discotecas en barcos. Personalmente nunca había visto algo así y me pareció muy original (y respetuoso con los vecinos).

También tengo que reconocer que no salí de fiesta ningún día, pero hablo con conocimiento de causa, pues fuí a uno de estos bares por la mañana, antes de irnos dirección al aeropuerto.

Esta zona del Splav se encuentra justo al pasar el puente más conocido y segundo más grande de la ciudad, el Puente de Branko. Este puente conecta el centro de la ciudad con Novi Beograd, así que marcadlo bien en vuestro mapa, porque os ayudará a ubicaros.

Justo al otro lado de este puente se encuentra un gran centro comercial, y después de dar un par de vueltas por ahí y desayunar, fuímos a pasear por el Nobeogradski Park. Este da justo a la orilla de Splav, y curioseando el exterior de las discotecas – ¿soy solo yo o bajo la luz del sol son sitios muy tristes? – vimos que uno de estos habría justo a las 12 del mediodía.

No puedo hablar por los otros, pero en el Shake’n’Shake nos tomamos un mojito (o dos) que nos dejó la mar de relajados mientras disfrutábamos del fresquito a la sombra. Si quieres descubrir a dónde fuímos después de Belgrado, puedes seguir nuestra ruta aquí.